miércoles, 3 de enero de 2007

FELIZ 2007, espero...

El 2006 fué un año maravilloso. Aprendí mucho sobre mi misma, hice cosas que nunca hubiera creído que podría hacer. Fué un año de cosas nuevas, de viajes, de sentimientos y sensaciones. Llevaba unos meses trabajando en mi empresa - me llamaron un 25 de julio- Pude viajar hasta Vancouver, Canadá, en el mes de febrero. Sola, a estudiar inglés. Vivía en una casa con 6 estudiantes más procedentes de Japón, Korea, Rusia y Suiza y en clase conocí gente de Mexico, Argentina, Italia... La ciudad es maravillosa, espectacular y la gente encantadora. Fué genial, el viaje de mi vida.
En verano fui a Los Ángeles, también sola. Mis amigos no están interesados en ese tipo de viajes o tienen pareja y buscan otras alternativas. Pasear por Beverly Hills, Rodeo Drive y Hollywood boulevard (de día, of course) me sentó de maravilla aunque bueno, no me apasiona. Si te gusta el cine tanto como a mí, es curioso ver donde rodaron tal o cual pelicula pero... es demasiado "postiza", demasiado nueva. Algunos barrios parecen decorados. Yo prefiero lo antiguo, lo auténtico, las ciudades ancladas a su tierra y Los Ángeles no es así.


Luego, el 25 de julio -casualmente- del año pasado llegó el ascenso y la idea de poder independizarme por fin (no tocaré el tema de lo caros que son los pisos porque todos lo sabemos ya) pero tras comprobar por mí misma que sí, era para tanto, decidí posponerlo (ahora me alegro de ello).


Pues estos meses han sido horribles y voy a dejarlo. El mundo empresarial no es para mí. Se me da mejor penssar en las personas que pensar en el dinero y mi forma de pensar y mis decisiones no encajan para nada con el ritmo de trabajo. Ha sido un desastre y las últimas semanas he estado amargada, comiendo y durmiendo poco entre otras cosas. Por mi salud he decidido marcharme.


El problema es que me encuentro sin trabajo, con 29 años, con la posibilidad de la independencia aún más lejos... fatal. Vamos, que no sé que rumbo va a tomar mi vida.


De momento, lo que necesitaré cuando termine el periodo de 1 mes que he dado es marcharme un tiempo. No sé, en principio un par de semanas, comprar un billete solo de ida... ¿A dónde? He pensado volver a Galicia. Ahora mismo necesito belleza, necesito magia, un lugar que vaya conmigo, que me acoja como parte de él y ella ya lo hizo una vez. De hecho siempre lo ha hecho y ni siquiera se el porqué. Para empezar, mi padre nació un 25 de julio, el día del Apostol Santiago y de pequeñita me quedaba absorta delante del televisor cuando salía el Botafumeiro cada año -cuando viajé a Santiago de Compostela hace unos veranos tuve que conformarme con La Alcachofa aunque es también espectacular- y si no estaba cerca del televisor, mi madre me llamaba: ven corre! porque sabía y sabe que me encanta verlo.

Por fin en el 2003 viajé a Galicia con una amiga. Lugo, A Coruña, Pontevedra y Ourense, recorriendo las Rías Baixas. La primera noche una mariposa blanca entró en la habitación.Al intentar cogerla para sacarla, antes de que mi amiga le diera un manotazo mortal, se posó en mi mano y al sacar la mano por la ventana se alejó volando. Teniendo en cuenta que adoro las mariposas y lo difícil que es que eso suceda, imaginaos mi sorpresa! Aunque ya me había pasado antes, que una mariposa se posara en mí y me acompañara unos minutos hasta salir volando... creo que es de esas pequeñas cosas mágicas de la vida.

Buenoooo..... que me voy del tema! El caso es que necesito volver, de hecho, antes de decidirme a ir a Vancouver a estudiar inglés, barajé la posibilidad de regresar a Galicia; Galicia me llama, decía yo. Pero finalmente me decidí por Canadá porque podía hacerlo.

Pero ahora voy a volver y no sé decidirme entre las 3 ciudades que más me gustaron de mi anterior viaje: Santiago, Pontevedra y Vigo.

La verdad es que me hace muy feliz ese viaje, me hace olvidar un poco el hecho de quedarme sin trabajo y la incertidumbre sobre mi futuro...


Ya os contaré por cual me he decidido.

Fand