martes, 17 de julio de 2007

ME VOY

Finalmente y tras algunas semanas de lucha contra mi misma, contra mis miedos e incluso llegando a no creer en mí, en lo que soy y siempre he sido, en lo que siento, en lo que sueño y peleando contra el miedo, que me hacía creer incluso que no deseaba hacerlo realmente: Me voy a Galicia.
Será el dia 1 de agosto, con billete de ida pero no de vuelta. No tengo piso ni tengo trabajo pero sí tengo un lugar que me resguardará durante un tiempo, mientras lo consigo.

Lo que siento ahora es... bueno, una mezcla entre alegría y ganas de que empiece todo, de llegar allí, de saber lo que me espera, de conocer a los "protagonistas de la nueva temporada" pero también miedo, tristeza por dejar a los de aquí, a mi familia, a mi Clark, que en cuanto encuentre un piso volveré a buscarlo... sé que si todo sale bien y me quedo, volveré a ver a mi familia y amigos, eso está claro pero ya no será lo mismo.
Tampoco sé cuanto me quedaré:¿meses? ¿tal vez años? Nunca se se sabe. A lo mejor no me siento bien allí y acabo regresando cuando termine el mes... pero al menos debo intentarlo.

Terry, en su blog "Mi rincón" me ha hecho recordar un fragmento que Paulo Coelho escribió en su obra: "A orillas del rio Piedra me senté y lloré":

"Sólo entendemos del todo el milagro de la vida cuando dejamos que suceda lo inesperado.Todos los días Dios nos da, junto con el sol, un momento en el que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices. Todos los días tratamos de fingir que no percibimos ese momento, que ese momento no existe, que hoy es igual que ayer y será igual que mañana. Pero quien presta atención a su día, descubre un instante de silencio después del almuerzo, en las mil y una cosas que nos parecen iguales. Ese momento existe: un momento en el que toda la fuerza de las estrellas pasa a través de nosotros y nos permite hacer milagros.La felicidad es a veces una bendición, pero por lo general es una conquista. El instante mágico del día nos ayuda a cambiar, nos hace ir en busca de nuestros sueños. Vamos a sufrir, vamos a tener momentos difíciles, vamos a afrontar muchas desilusiones…, pero todo es pasajero, y no deja marcas. Y en el futuro podemos mirar hacia atrás con orgullo y fe.Pobre del que tiene miedo de correr riesgos. Porque ése quizá no se decepcione nunca, ni tenga desilusiones, ni sufra como los que persiguen un sueño. Pero al mirar hacia atrás —porque siempre miramos hacia atrás— oirá el corazón que le dice: «¿Qué hiciste con los milagros que Dios sembró en tus días? ¿Qué hiciste con los talentos que tu Maestro te confió? Los enterraste en el fondo de una cueva, porque tenías miedo de perderlos. Entonces, ésta es tu herencia: la certeza de que has desperdiciado tu vida.»Pobre de quien escucha estas palabras. Porque entonces creerá en milagros, pero los instantes mágicos de su vida ya habrán pasado."


Mi instante mágico llegó la tarde de la víspera de San Juan... ¿o tal vez a mediados de febrero de 2005? Porque fue entonces cuando empecé a cambiar y si no hubiera hecho lo que hice entonces, tal vez ahora no tendría el valor suficiente para hacer esto...

Estoy muerta de miedo por dejar tantas cosas atrás pero allá voy... a VIVIR.