lunes, 29 de enero de 2007

EL FINAL DE UNA ETAPA

Nuestra vida consta de diferentes etapas, de comienzos y finales. A veces no notamos los cambios, son apenas imperceptibles y otras casi podemos tocarlos con las manos y sabemos exáctamente cuando comenzaron y cuando terminaron... el momento preciso en el que ocurrió.

Ayer, trabajando, me di cuenta que al dejar el trabajo no solo estaba terminando un empleo. Estaba terminando mucho más, algo muy importante, una etapa muy especial.

Acepté ese empleo porque necesitaba dinero para irme a Canadá. No era mi trabajo ideal y no estaba segura de si podría hacerlo pero me ofrecían un contrato fijo y con ello poder ahorrar para el viaje. Por eso acepté.
Por ese viaje, fuí capaz de hacer muchas cosas que nunca creía. Crecí, me volví más segura de mí misma. Fuí feliz, pese al estres, porque se acercaba el día. Hice el viaje, fue maravilloso y en vacaciones pude ir a Los Angeles.

Dejar este trabajo es decir adiós a una etapa de mi vida muy importante, llena de viajes, sensaciones, sentimientos y cosas nunca antes vividas.

Fand