He llegado a casa a las 7 de la mañana. Hacía tiempo que no llegaba a casa tan tarde, o temprano, según se mire. No suelo salir demasiado a menudo pero anoche quedé con la amiga que me animó a irme y a la que aún no había dado la noticia de que me marcho. No se lo esperaba. Me dijo que aunque me había animado tenía miedo de que me acabara marchando pero que pensaba que no lo haría, que esperaba que me fuera muy bien pero que volviera al acabar el verano. Salimos a celebrar mi despedida y durante la noche me dijo varias veces que no me fuera, que no la dejara sola... uff me quedé... Había estado tan concentrada en mí misma y en lo que yo quería que ahora que la decisión ya está tomada es cuando me doy cuenta de que no sólo existe el hecho de que yo eche de menos a mi gente sino que ellos también me echarán de menos a mí.
Esa amiga por ejemplo, tiene compañeros de trabajo pero su mejor amigo vive fuera y ahora yo me marcho. Mi madre, que prácticamente no sale de casa los fines de semana porque mi padre, que no está bien de salud, no quiere. Sólo sale cuando yo la llevo al cine, o a comprar ropa, o a Barcelona o a la piscina... si me voy, ya no hará nada de eso.
No es que me lo esté replanteando, la decisión ya está tomada y tengo muchas ganas. Es solo que me he dado cuenta de otras cosas.
Os dejo un video de Madonna, con la canción Jump, que he subtitulado para que todos puedan entenderla. Una auténtica inyección de energía positiva.
domingo, 22 de julio de 2007
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