viernes, 23 de noviembre de 2007

QUIERO JUGAR A UN JUEGO

Jajajajajajja no intento ser el nuevo Jigsaw de la red bloguera ni haceros pasar por una terrorífica prueba al borde de la muerte para haceros agredecer lo que teneis en la vida... es algo más agradable.

Viendo el nuevo spot del perfume Trésor de Lancôme, que por cierto, los encuentro muy románticos sin mostrar apenas nada, se me ha ocurrido algo que más abajo os comento. El anuncio está protagonizado por la guapísima Kate Winslet.
(Ya sabéis, parad el reproductor)


Como lo mira ella, eh? Que abrazo ains...
Lo que propongo es que tras ver este anuncio, hagais un pequeño ejercicio de imaginación romántica y me conteis, que os imaginais que ha pasado entre estas dos personas antes de ese encuentro. Porque estaban separados? De donde venía él? Y ella? Planearon encontrarse en el puente? Fue casual? Que pasó justo antes de encontrarse? ¿Cual os imaginais u os gustaría que fuera su historia con final feliz?

Al final yo os contaré la mía.

14 comentarios:

erMoya dijo...

Pues me parece que imaginación romántica poca, porque he visto el video como unas 15 veces y sigo igual...
Al él no se le ve la cara, y eso me dificulta aún mas mi tarea, pero... a él lo veo correr al principio y además es el que da el primer paso para el abrazo, ella en cambio no se la ve correr, como mucho lleva paso ligero, en la mirada se la ve feliz pero no radiante, y el abrazo me parece un poco frío, así que concluyo que lo que sea le interesa más a él que a ella... Después de éste análisis..

Yo creo que han salido de un lío de cuernos, por parte de él, claro. Probablemente todo se ha solucionado y solo fuese habladurías de la gente o algún tipo extraño de coincidencias confusas, pero el caso es que se ha aclarado. El video, por tanto, nos muestra la escena del reencuentro, el corre emocionado, como si tuviese prisa por recuperarla y ella, aunque feliz, aún le queda un gusanillo de la duda.

Ya, se que no es demasiado romántico.. pero weno...

Besos!

Yahuan dijo...

Mi versión es que los dos por unas cuantes razones que prefiero no revelar porque eso es lo de menos, han tenido que viajar constantemente por el mundo, sin saber muy bien cual es la localización fija del otro, pero el mismo día del encuentro, se llaman para saber donde están en ese justo momento los dos, y resulta que están en la misma ciudad, cada uno en un hotel que está separado simplemente por un pueste, así que salen corriendo a encontrarse por medio de un impulso mutuo.

El final feliz?? Pasan una semana justa en el mismo lugar juntos, felices, pero ... la vida sigue, y confían en poder reencontrarse pronto.

Faerie dijo...

Huy... menudo ejercicio más diverrrrrrrrr!!!!!! Con lo romanticona que soy, jijijijiji... a ver...
Han ido cada uno por su lado a un local nocturno y se han visto. Se han gustado pero no se han atrevido a hablarse porque los dos son muy tímidos... ella está con sus amigas y él con sus amigos. No han parado de mirarse a los ojos sin decirse nada. La noche pasa y hacen como que se integran con sus grupos, pero lo que quieren es estar juntos: aún sin conocerse de verdad, están seguros de que ya se conocen: son cosas que ocurren a veces. Fluyen las horas y el grupo del chico decide marcharse... él garabatea algo a toda prisa en un papel y al ir hacia la puerta, pasa al lado de su amada y furtivamente le da el papel mientras sus amigos le empujan hacia la puerta. Ella lee el papel: una hora, un lugar...
Y al alba, cuando ella por fin se deshace de sus amigas, va corriendo sion parar al puente donde él ha estado esperando más de una hora... el resto ya lo sabemos.
(Huy, qué calores me han entrau!!!)

Anónimo dijo...

Jo creo que el encuentro sí que ha sido programado porqué los dos empiezan a correr des de lejos. Y con la gran distancia que recorren, sino habían quedado, no se hubieran reconocido como para empezar a correr. Yo creo que por motivos de trabajo hacía tiempo que no se veían y los dos se deseaban. Después, pues velada romántica!
Muy chulo el "juego".
Feliz domingo,
Aigüeta

drisdro dijo...

me gusta tu juego y reconozco que parto con un poco de ventaja porque conozco ese puente y se de donde vienen cada uno, Paris orilla izquierda, Paris orilla abajo, es el famoso Pont des Arts del que he hablado alguna vez y uno de mis sitios preferidos

respecto al video, debo de ser diferente porque no lo veo como una historia de amor, al menos no amor de pareja, sino amor fraternal, la mirada y el abrazo son castos
mi historia es que llevan varios años sin verse por cuestion de distancia, uno vive en australia y el otro en canada asi que se ponen Paris como punto de encuentro

muak

Fand dijo...

Jop! Es muy interesante ver las diferentes versiones que le dais! Hay de todo!
Que suerte Drisdro, vivir en París... ^^

Yo lo veo diferente, para mí ella sí está enamoradísima de él, lo creo por como lo mira, está enamorada pero serena y tranquila y parece que no se lo acaba de creer, tenerlo enfrente.

Tengo 2 opciones XD

1. Son pareja y al terminar la velada en una fiesta en la ciudad, al amanecer, han discutido por una tontería y ella ha dicho que se iba a coger el tren para irse sola a casa. Él se quedó en la fiesta y de pronto, reciben la noticia de que el tren en el que se supone que iba ella a descarrilado. Él casi se muere de desesperación y la llama por teléfono. Ella al final no ha cogido el tren sino que había decidido regresar a la fiesta y estaba cerca del puente. Él corre a buscarla y se reunen allí. La abraza fuerte porque creía que la había perdido y ella ve en él lo que realmente siente por ella.

2. Ella le confesó a noche que tiene cáncer, él se asustó mucho y se marchó. Se pasó toda la noche pensando hasta que se dio cuenta de que la amaba demasiado y que quería estar con ella para cuidarla. La llama por teléfono y se reunen en en puente y la abraza con fuerza. Ella sabe que él está sufrendo por ella pero que se quedará a su lado.

Y ya está...

Micky dijo...

A mí me da la impresión de como si no se vieran en mucho tiempo, quizás porque alguno de los dos se fuera al extranjero a trabajar y el otro fuera a buscarle :D

Besos!!

Faerie dijo...

Jo, Fand, son una preciosidad de historias... se me ha hecho un nudo en la garganta con la segunda opción tuya... ¡¡¡glups!!!

DANI dijo...

Yo lo hago más simple. Aunque esté rodado en Paris, es lo de menos, la realidad es que el trabaja en Valencia y debe pirarse cada Martes a currar y no vuelve hasta el viernes, mientras elle debe quedarse en Barcelona.

Pero uno de los viernes ella le confiesa que esta embarazada. Ese viernes a el se le estropea el coche y tiene que cruzarse toda Barcelona para poderle dar el abrazo que sale en el anuncio.

Lo que ya no sale en el anuncio, es que la niña es precios, se llama Gabriela y el manda al carajo el curro de Valencia para poder quedarse todo el tiempo con las dos.

Lo que ocurre es que esto último no vende y lo de Valencia-Barcelona quedaba muy simple. Por eso lo rodaron en Paris y los actores son los que son.

Besos reales.

Iradumi dijo...

pues no se... supongo que alguno iba a realizar un viaje, y a ultima hora se arrepintió llamó, a la otra persona y cuando se vieron se alegraron...

jajaja! no toy yo muy de romanticismo :D

Fand dijo...

jajajjajaj Fany, ya lo veo ya XD ;)

Fae, a mi la última, la del cáncer me parece muy triste, no como las vuestras pero si veo el anuncio pensando en esa historia da el pego XD como la del tren.

Dani, tú di que sí, que importa el lugar? Lo que importa es la historia y la tuya es la mejor por ser la de verdad ^^ además de muy romántica, que te voy a decir...

Besos!

erMoya dijo...

Él otro día me pillaste recién levantado. Quizá sea muy peliculera, pero ahí va mi versión, la de verdad, de la historia. Perdonad si es un poco larga:


Hace mucho, demasiado tiempo que se conocen, mucho más allá del límite de sus memorias. Han crecido juntos y su amistad, y también su amor, con ellos. Al llegar a la pubertad sólo él se dio cuenta, sólo él se atrevió a reconocerse a sí mismo estar enamorado de su mejor amiga. Fue así como empezaron las indirectas… y las noches sin dormir.

Ella por su parte siempre fue la niña guapa de la clase, del grupo, del barrio. Se contaban por decenas sus pretendientes, y no fueron pocas sus aventuras, rollos y ligues. No es que fuera un poco ligera, sólo que ella era muy joven y ellos eran muy guapos.

Con el paso de los años se multiplicaron los ligues de ella y las noches sin dormir de él. El sufría con cada nuevo “amigo” y ella no se daba cuenta de la tristeza que se leía en sus ojos. Hasta que llegó el día en que ella se echó su primer novio “formal” y como no podía ser de otra forma el primero en enterarse fue su mejor amigo. Ésta vez él no pudo reprimirse y una lágrima resbaló por su mejilla. Fue entonces cuando ella lo comprendió todo, comprendió su cortesía, sus regalos, las muchísimas veces que el permaneció a su lado cuando todos los demás se iban...
Pocos días pasaron hasta que dejara a su novio sin darle explicaciones, y unos cuantos días más estuvo encerrada en sí misma preguntándose qué significaba lo que sentía en su interior. Sin llegar a saber realmente porqué ella decidió darle una oportunidad y empezaron a salir.
Pero ninguna historia de amor es tan idílica y el destino siempre juega con nosotros. Él nunca supo que ella no había quedado con su vecino (y mejor amigo de él) ni tampoco que ella intentó esquivarlo. Él solo vio dos bocas unidas, su amor (y mejor amiga) y su mejor amigo, y no quiso ver más.
Y desapareció de la misma forma que desparecen las estrellas fugaces. Dejó su casa, cambió su móvil, rompió con cualquier forma de contacto de la que ella pudiera echar mano. Y sólo entonces, ante su falta, fue cuando ella se dio cuenta, se atrevió a reconocerse a sí misma cuanto le amaba. Sólo entonces ella supo lo que eran las noches sin dormir.

Pasó el tiempo y él intentó rehacer su vida, conoció a otras chicas, tuvo amores y aventuras pero de su mente nunca pudo borrarla a ella.
Pasó el tiempo y ella no intentó rehacer su vida. Su sentimiento de culpa era tal que perdió toda ilusión por la vida, por sus sueños y sus objetivos. Hasta que un día la luz de la esperanza volvió a brillar ante sí. En una lista, no importa de qué, ella vio un nombre; un nombre y una dirección. No necesitaba más.

Pero ella no podía cruzar el país y plantarse allí sin más -“El no querrá saber de mí, no me dejaría pasar… ¡me volvería la cara si me viera por la calle!”- pensó. Y cogiendo un papel en blanco empezó a escribir la más bonita carta de amor jamás escrita.

Un día la vuelta del trabajo, él abrió su buzón y encontró una carta. En el sobre sólo había escrito su nombre y su dirección. La abrió y en su interior encontró la carta de amor más bonita jamás escrita… pero sin firma.
Busco entre sus papeles toda clase de escritos de amigos y amigas, de compañeros y compañeras de trabajo, de conocidos varios, pero no encontró nada; no reconocía esa letra.
Fueron pasando las semanas y con una frecuencia digna de un reloj, todos los martes cuando regresaba de su trabajo, siempre encontraba una nueva carta, cada vez más bonita que la anterior, y siempre sin firma.
Un martes, el que hacía dos meses desde la primera carta, volvió del trabajo, y con la misma ilusión que todos los martes abrió su buzón para encontrar nuevamente una carta. Subió a su piso y, como siempre, lo primero que hizo fue abrir la carta para leerla. Esta vez no fue una carta como las demás. Sí, era una carta de amor y, como las anteriores, era la carta de amor más bonita que jamás había leído pero ésta tenía algo diferente, algo especial. Al final, en la última línea había una dirección de correo electrónico.
Ella pensó que quizá, a través de un seudónimo para él desconocido quizá pudiera entablar algún tipo de relación con él, y tal como imaginó, ese mismo martes a última hora de la noche recibió un e-mail. En él solo había una frase: “¿Quién eres?”
No podía decírselo y ella lo sabía, así que decidió ignorar el mail y seguir con las cartas.

Hasta tres correos electrónicos mandó él preguntándole quien era, y ante el autismo de su admiradora (lo dedujo pues en sus cartas abundaba el género femenino) secreta, decidió él también escribir un e-mail de amor.

Y así pasaron los meses. Cada martes al regresar de su trabajo él recibía la carta de amor más bonita del mundo en su buzón y cada noche él mandaba por Internet el e-mail más bonito que su escaso romanticismo podía escribir. Nunca hicieron referencia a la carta o e-mail que recibían, cada documento que mandaban era una historia independiente. Y así empezó el juego del amor. Al principio sólo fueron cartas de amor pero con el tiempo empezaron a contarse sus cosas, su vida. El empezó a saber cosas de ella, de su día a día, pero nada que le pudiese hacer imaginar quién sería ella. Y ella empezó a saber como le iba, que triunfaba en su trabajo, que había rehecho su vida con nuevos amigos y… que no tenía novia.

Con el tiempo la curiosidad que él sentía al principio se fue transformando. Sin embargo tardó algún tiempo en reconocer lo que sentía por dentro. Era raro, atípico, él no lo comprendía, nunca antes le había pasado pero era tan sólo cuestión de tiempo que se rindiera a la evidencia: se había enamorado de esa alma cuya pluma hacía que cada martes él se volviera por unos momentos el hombre más feliz del mundo.
Al principio se sintió como un estúpido, no sabía que hacer, pero en pocos días se decidió, tenía que decírselo a ella.

Ella llegó a casa como siempre, no era martes noche. Encendió su ordenador y comprobó con sorpresa que él le había mandado un correo. Lo abrió con desesperación temiendo lo peor. Ésta vez no era el e-mail de amor más bonito de un corazón poco romántico podía escribir. Era un lenguaje simple, casi hasta vulgar y lo que decía no era lo más bonito que se podía decir. Pero ése correo tenía algo, quizá no tan llamativo como el contenido, ni tampoco tan fácil de ver, pero aún así se notaba sin demasiada dificultad y no precisamente por su contenido, que lo decía explícitamente, sino por cómo estaba escrito: estaba escrita por un corazón enamorado. En ella le pedía algo con lo que ella había soñado y deseado por mucho tiempo. Quería quedar con ella sin importarle quién fuese ni como fuese. Esa noche, después de muchos años, ella pudo dormir otra vez.

Su última carta no fue de amor, de hecho, prácticamente no decía nada. Sólo un lugar y una hora, no más. Durante el camino se preguntó como sería, como la reconocería. Imaginó miles de caras, rubias y morenas, altas y bajitas, con y sin pecas, y entre todas las caras, se acordó de una cara, una que llevaba años sin ver. Desde que había empezado a recibir las cartas él había olvidado de ésa cara y ahora, sin previo aviso, volvió a su recuerdo. Un escalofrío le recorrió la espalda, no por lo que le hizo, sino porque en lo más profundo de su ser deseaba que fuese esa cara.

Llegó puntual cual reloj al lugar de la cita, y justo cuando puso su primer pié sobre el puente miro al frente. En ese momento sintió como si el tiempo se paraba, creyó estar soñando y se quedó completamente paralizado. Algo más allá de la mitad del puente estaba ella seria mirándole fijamente a los ojos. En su mirada había una mezcla entre amor y miedo, miedo al rechazo. De repente, la misma fuerza que un momento antes le había paralizado ahora le impulsaba a correr hacia delante…

Fand dijo...

Un poco larga dice... XD

Ahora siiiiii!!!! Acabo de leer tu historia, he vuelto a mirar el video y siiiiii!!!

Perfecta, me encanta!

Un abrazo!

Faerie dijo...

Ermoya, una pasada... Dani, me ha conmovido tu historia... ¡el amor existe!